viernes, 24 de octubre de 2014

TIPOS DE ÁNGULOS


Una de las técnicas que comúnmente se usa para dar más importancia a un sujeto o resaltar las características de éste es cambiar el ángulo desde el que tomamos la foto.



A continuación se detallan los diversos tipos de ángulos a la hora de tomar las fotos:
 
  • NORMAL

    Este ángulo es aquél en el que la cámara se encuentra paralela al suelo. Es en el que hacemos la mayoría de fotos cuando estamos de pie. Nos da la sensación de estabilidad y se ha de hacer siempre a la altura de los ojos. Uno de los errores en este aspecto es la fotografía de niños desde nuestra altura, los cuales obtendrán mucho más protagonismo si les fotografiamos desde su altura.


  • PICADO
    La foto se toma a una altura superior a la de los elementos de la escena. Este punto de vista tiende a disminuir el peso visual de los sujetos u objetos fotografiados. Si lo utilizamos en paisajes, podremos conseguir reducir la presencia del fondo. Además, será sólo posible en las fotografías urbanas en ángulo picado conseguir captar de la mejor manera los coches y peatones en movimiento. Si pensamos en los retratos de personas, éste ángulo representa a un sujeto débil o inferior.



  • CONTRAPICADO
    En este caso, ocurre todo lo contrario al picado. Nos encontramos a una altura inferior a la de los elementos de la escena. Con el contrapicado conseguiremos que los objetos o personas bajas cobren altura. Con estos ángulos conseguimos invertir el sentido de las proporciones con unos resultados muy sugerentes. En el caso del retrato de personas, conseguiremos la apariencia de un personaje fuerte o superior.


  • CENITAL
    Colocamos la cámara desde arriba, totalmente perpendicular al suelo. El ángulo cenital es muy usado en producciones cinematográficas o tomas desde helicóptero para grabar extensiones muy amplias. O los mapas por satélite son el ejemplo más representativo de ángulo cenital.



  • NADIR

    La cámara se coloca completamente bajo el sujeto, de manera perpendicular al suelo. Aquí conseguimos un efecto más exagerado aún que con el ángulo picado. Conseguimos una perspectiva central, ya que las líneas tienden hacia el centro de la escena.


TIPOS DE PLANO

Hoy vamos a hablar de los tipos de plano. Habrás oído mil veces hablar de planos americanos, primeros planos… para designar la cantidad de persona que se incluye en una foto o en una toma de vídeo. ¿Pero realmente conocemos qué es exactamente cada uno de ellos? Hagamos un repaso:
PLANO GENERAL: Abarca todos los elementos de una escena. Si se trata de una persona o un grupo de ellas, nos permitirá que los veamos enteros. Muestra todos algo al completo. En nuestro caso, a la chica al completo.




PLANO MEDIO: Muestra el cuerpo a partir de la cintura. Es adecuado para una foto de dos personas, por ejemplo.



 PLANO DETALLE Enfatiza elementos concretos, destaca elementos pequeños que con otro tipo de plano pasarían desapercibidos. En nuestra chica, por ejemplo, el color de su pintura de uñas.



PLANO AMERICANO: Muestra la figura humana desde debajo de la cadera. Su uso se popularizó en la época dorada de los westerns, pues este tipo de plano era ideal en los duelos, pues permitía ver las pistolas colgadas en la cintura que llevaban los protagonistas. De este hecho viene su nombre.

                                  Plano Americano


PRIMER PLANO: Deja ver el rostro y los hombros. Implica cierto grado de intimidad y confidencialidad, así que con su uso podremos transmitir emociones más intensas que con los demás.




PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO: Abarca un rostro desde el mentón hasta la parte de arriba de la cabeza. Transmite incluso más intimidad y confidencialidad que el primer plano.

                                  Primerísimo Primer Plano

Más datos
Decimos que un plano es más abierto cuanto más ángulo de visión abarca. Por el contrario, uno cerrado será aquel que muestra partes concretas de una escena o detalles, es decir, poco ángulo. Del mismo modo decimos “abrir el plano” o “cerrar el plano” para referirnos a aumentar y disminuir la distancia focal respectivamente. Por tanto, cuanto más nos acercamos al gran angular, más abrimos el plano y cuanto más nos acercamos al teleobjetivo más lo cerramos.
Selección del tipo de plano
La selección del tipo de plano que usaremos depende principalmente de la información que queramos mostrar, lo cual será determinante en las emociones que transmitiremos con nuestra foto. También es importante tener claro qué no queremos que aparezca. Imaginemos que vamos a hacer un retrato en la calle. Si usamos un plano muy abierto quizás nos entre en plano un horrible contenedor que no aporta nada a la foto, unos cables o a saber qué. Si estos elementos no aportan ninguna información importante, mejor evitarlos, pues distraen. La solución, si no queremos cambiar la localización, puede ser simplemente hacer un plano un poco más cerrado.

La regla de los tercios

La conocida Regla de los Tercios es una simplificación de la Sección Áurea, que establece la división del rectángulo en partes proporcionales, agradables a la vista y consecuentemente a la imagen que contenga, y es seguramente la regla de composición más conocida y válida tanto para la fotografía como para la pintura y el resto de las artes.
Dividiendo la fotografía en tres partes iguales, tanto horizontal como verticalmente, los puntos de intersección de las líneas trazadas son los llamados centros de atención. 

En estos centros de atención es donde se debe colocar el sujeto principal.
Si existe un sujeto secundario debe colocarse en el punto opuesto diagonalmente.
Cuando en una escena existen dos o más puntos de atención de parecida fuerza al principal establecen una competencia entre ellos que crea confusión al espectador. 

Aplicación práctica
Como consecuencia de la Regla de los Tercios aparece una regla muy aplicada en los paisajes y es que se aconseja colocar el horizonte en la línea situada a 1/3 o en la situada a 2/3, según se quiera potenciar la tierra o el cielo respectivamente. 

Ejemplo:

En la mayoría de las máquinas digitales el punto de enfoque suele estar por defecto en el centro de la imagen. Este es el caso; enfoque al caballo y el sujeto principal lo dejamos donde no debería estar.  


La solución está en mover la cámara y colocar el sujeto en uno de los puntos de intersección de la línea de los tercios.  


La foto final, después hacer algún arreglo en la saturación de la hierba y en el enfoque nos ha quedado así.
El porqué he elegido ese punto de intersección, pues no lo sé exactamente, seguramente tiene que ver con que si el caballo se pone a andar irá en la dirección donde le he dejado mas espacio para correr.


Ejemplos de colocación del horizonte:

Horizonte a 1/3 dando preferencia al cielo.  



Horizonte a 2/3 dando preferencia a la tierra 


Típico ejemplo de una foto familiar. El sujeto totalmente centrado.  


Un reencuadre y giro de la máquina resuelve el problema.  


Después de un trabajo final de oscurecer el fondo y fusionarle un cielo un poco más bonito, la foto nos aporta más sensación de profundidad y una composición basada en la línea diagonal.  





jueves, 16 de octubre de 2014

El Encuadre

Una vez disponemos de cierto conocimiento y destreza en el funcionamiento técnico de nuestra cámara, viene un nuevo paso, subir otro escalón en el que nos centraremos en el motivo, para seleccionar y organizar el espacio. Lo que se viene a denominar encuadrar. Así que nos adentramos en este nuevo tema que vamos a desarrollar a continuación.
El encuadre no es otra cosa que definir qué elementos aparecerán en la imagen y cuáles vamos a descartar. El encuadre sirve para concentrar la atención del espectador en la imagen, por lo que la correcta selección del motivo es un primer y fundamental paso en el proceso fotográfico. Tenemos que pensar en el motivo a mostrar en base a las proporciones del marco de nuestro visor o nuestra pantalla LCD.

El encuadre de la imagen puede ser de las siguientes formas:



1. Horizontal. También denominado apaisado por ser el formato más habitual para capturar paisajes. Es el formato más común y se suele decir que produce sentimiento de serenidad y espacio, estabilidad y dirección. Aunque en al fotografía digital varía ligeramente la proporción con respecto a la clásica película de 35 mm, sigue siendo la forma más tentadora para componer, además de que fácil dejarse llevar por él, ya que es el formato que nos dispone la cámara en su posición horizontal. Por ello, es recomendable no abusar del mismo y probar otros encuadres hasta dar con el más idóneo al motivo.




2. Vertical. Más conocido como formato retrato, por tratarse del más adecuado para los retratos de medio cuerpo. Produce sentimiento de fuerza y enfatiza las líneas y planos verticales. También este formato confiere más poder visual a las diagonales. Es ideal para el retrato de cuerpo entero y primer plano, además de ser el más utilizado comercialmente para publicidad, revistas, portadas de libros, etc.


3. Cuadrado. Es un formato más estático y mucho más limitado. No es propio de la fotografía digital, sino que viene de las películas instantáneas Polaroid y de las películas de 6×6 para cámaras analógicas de formato medio. En digital podemos lograrlo en la edición posterior, recortando de los otros formatos, aunque el resultado final pueda ser satisfactorio tiene la desventaja de que no ha sido compuesto con el mismo rigor y parámetros. Los márgenes cuadrados son simétricos y transmiten solidez y estabilidad. En algunos campos es muy gratificante su utilización (vegetación, plantas, flores…), aunque es un formato en desuso, también debido a la dificultad que conlleva la composición.


4. Panorámico. Es un formato impactante en paisajes tanto naturales como urbanos y, a pesar de su historia y tradición, sigue resultando original. Requiere una cuidadosa selección del lugar o motivo y plantea dificultades de composición para no dejar zonas superfluas. Se trata de un formato muy de moda en la era digital, porque con los avances tecnológicos es muy sencillo crear una panorámica. Casi todas las cámaras incorporan esta función y con los programas de edición, el montaje de distintas tomas es muy sencillo.

Algunos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora del encuadre son:

La ubicación. La tendencia natural cuando comenzamos en la fotografía es ubicar el motivo en el centro del encuadre, que se suele denominar síndrome de “ojo de buey”. Esta composición deja dos zonas superfluas a cada lado del motivo y, aunque es atrayente, hay que intentar descentrar el motivo para liberar la composición. Es necesario separar el motivo y el fondo para lograr realzar los detalles.
Tamaño del encuadre. Del mismo modo, hay una tendencia natural a no acercarse al motivo, a no recortarlo. Es habitual encontrar fotografías en los que todo queda tan general que no sabemos dónde mirar y es debido a que no hemos realizado una correcta composición, por lo que hay que intentar aproximarnos al motivo y llenar el encuadre para que el espectador capte rápidamente lo que queremos mostrar. En los retratos se enfatiza mucho si llenamos el encuadre y es un recurso que nos puede ayudar mucho a mejorarlos. Sólo hay que fijarse en las fotografías en prensa, donde es habitual encontrar primeros planos donde el rostro suele tener la frente cortada o no es mostrado completamente.

Conclusiones: todas estas indicaciones nos pueden ayudar a mejorar, pero como siempre hay que tener en cuenta que las reglas no son inflexibles y que lograr una fotografía bien encuadrada que funcione depende mucho de nuestra creatividad. De todas formas, experimentado y, sobre todo, disparando mucho en diferentes encuadres aprenderemos nosotros mismos a mejorar los encuadres. 

EL AUTOFOCUS


El "autofocus" es la capacidad de la cámara digital de poder enfocar en forma automática la escena a tomar. Para esto, la cámara debe determinar en que parte de la imagen tomar el foco. Es muy importante tener en cuenta el tiempo que tarda la cámara en realizar el proceso de autofocus, que condiciona la toma de cada fotografía (desde que se presiona el obturador y se obtiene la fotografía). Es primordial para no perder ciertas tomas por estar esperando a que la cámara haga foco que el proceso de autofocus sea lo más rápido posible.
Existen distintas variantes, asociadas a la metodología de medición de luz:
Múltiples áreas: La cámara selecciona entre varias áreas distribuidas en la pantalla cuál es la que va a tomar como objeto principal a enfocar. Generalmente es el método que mas tiempo tarda en tomar el foco.
Una única área: El foco se toma en una única parte de la pantalla. En algunos casos el usuario puede seleccionar cual de las áreas quiere utilizar. Suele ser mas rápido que el anterior.
Foco puntual (spot): a diferencia de los casos anteriores el área de enfoque es mucho menor, por lo que se asocia a un único punto. Es el método de enfoque automático más rápido.
El primer autofocus data de mediados de los 80. Hasta entonces sólo existían lentes con foco manual. Aunque los primeros modelos eran mucho más sencillos y menos fiables que los de hoy en día, lo cierto es que el autofocus introdujo cambios en la forma de fotografiar.
En la actualidad, los autofocus han evolucionado mucho y son capaces de hacer foco en múltiples puntos del cuadro. Dependiendo de la complejidad de la cámara empleada, la gestión de los puntos de enfoque será más o menos manual. Habitualmente la cámara nos permite elegir en qué punto hará foco. Algunos modelos muy sofisticados incluso detectan la dirección de la mirada para hacer foco en el punto de enfoque más próximo al lugar al que miramos.
Además, los primeros modelos de autofocus, generalmente, sólo hacían foco en el punto central del cuadro, por lo que su uso implicaba casi siempre el reencuadre usando el bloqueo del enfoque.

viernes, 10 de octubre de 2014

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MEJORAR LA TÉCNICA



 En ésta entrada os dejamos algunos consejos para mejorar orientados a la técnica y que os van a ser muy prácticos, así que, a ponerlos en práctica ;)

Empezamos con fórmulas con las que seréis capaces de solucionar algunos problemas comunes de la manera más “infalible” posible. Vamos allá:


CNICA DL f/16

Para hacer exposiciones perfectas en días de pleno sol y cielo azul fija la apertura del diafragma en 16 y la velocidad de obturación que sea exactamente la misma que el valor de ISO.
Si tienes el ISO en 200 los valores de exposición serían 1/200 y f/16. Si tienes el ISO en 100, 1/100 y f/16. Así sucesivamente. ¡Verás que la exposición obtenida es perfecta!


OJO CON LA RELACIÓN ENTRE VELOCIDAD DE OBTURACIÓN Y DISTANCIA FOCAL

Debes saber que la mínima velocidad a la que puedes disparar con cualquier objetivo siempre responde a la fórmula 1/(distancia focal).
Si el sensor de tu cámara no es full-frame, deberás tenerlo en cuenta también. Si tienes un 300mm en una cámara con factor de conversión 1.5 podrás disparar a una velocidad de 1/450 (aceptando que tal velocidad de disparo exista en una cámara).
Esta regla es muy importante, aunque también lo son los estabilizadores de imagen y reductores de vibraciones que hoy en día incorporan los objetivos de gama alta o los cuerpos de algunas réflex.
Si eres afortunado y tienes un equipo estabilizado deberás tenerlo en cuenta, ya que además de jugar con la fórmula que acabamos de aportar juegas con la estabilización extra que aporta tu equipo.
Si necesitas disparar por debajo de la velocidad mínima a la que sabes que la foto no va a salir trepidada tienes dos opciones: usar un trípode o subir el ISO.


CUIDA TU ENFOQUE MANUAL PARA MAXIMIZAR LA NITIDEZ

Ya sabemos que hay ocasiones en las que es mejor enfocar en modo manual que hacerlo en automático. Es en estas ocasiones cuando la técnica que estás a punto de aprender se hace imprescindible.
Consiste en hacer el máximo zoom posible sobre el objeto que vamos a fotografiar para enfocarlo. De esta manera el enfoque será más preciso. Una vez lo tenemos enfocado el objeto, podemos volver a la distancia focal que hayamos elegido para disparar y hacerlo con la certeza de que el objeto, si no se ha movido, estará perfectamente enfocado.
A veces el ojo no es todo lo fino que nosotros quisiéramos. Interiorizar este tipo de técnica nos ayudará a no llevarnos tristes sorpresas al llegar a casa y ver el material que traemos en nuestra cámara.


NO SIEMPRE ISO100 ES MEJOR QUE ISO200…

Generalmente tenemos interiorizado que a menor ISO, más calidad tendrán nuestras imágenes. No es mentira, pero tampoco es del todo cierto.
En ocasiones puedes encontrarte con que los bordes de los objetos que aparecen en las zonas de alto contraste de la imagen tienen color.
Este problema se lo solemos achacar a los objetivos. Que si no es demasiado bueno, que si produce aberraciones cromáticas, que si…
Prueba a subir el valor de ISO a 200, verás que lo habrás solucionado.


¿DISPARO CON TRÍPODE O CON LA CÁMARA EN LA MANO?

 20081101_Blurred.jpg  La decisión de disparar con trípode o con la cámara en la mano también está directamente relacionada con la velocidad de obturación.
A no ser que tengas una cámara estabilizada, o objetivos que lo están, una buena pauta a seguir puede ser que todo lo que baje de 1/40 debe hacerse con trípode.
Quien dice un trípode dice una superficie sobre la que apoyar la cámara, una beanbag… lo que quiera que vayas a usar para mantener la cámara estable es necesario cuando disparas a velocidades lentas para evitar fotografías trepidadas.

 ¡Espero que os hayan sido de ayuda estos consejillos! ;)

La sensibilidad o ISO

Las cámaras de hoy en días nos permiten cambiar la sensibilidad por medio de sus menús. ¿Pero a qué nos referimos cuando decimos “sensibilidad”? No, no podrás lograr que la cámara se emocione con tus fotos y así te llore pero sí le podrás ajustar su forma de actuar con la luz, en cierta manera regular las “ganas” con las que absorbe la luz existente.

En analógico, cada película tiene sus propias características químicas que le confieren una determinada sensibilidad. Como es lógico, durante el uso de una misma película se trabaja con la limitación de una única sensibilidad. No como en digital que, para cada foto, podemos asignar una, la más adecuada a las circunstancias.




Pensemos en el sensor. Sin lugar a dudas es una de las piezas más delicadas y complejas de nuestra cámara. El de una cámara réflex habitual mide alrededor de 23.6 × 15.8 mm, los de las cámaras compactas son mucho más pequeños. En tan poquita superficie contienen millones de microscópicas células sensibles a la luz, los píxeles.

Imaginemos que cada uno de ellos funciona como un cubo que se puede llenar de luz. Eso ocurre cada vez que pulsamos el disparador; cada uno de esos cubos se llena de luz, pues cuando disparamos se abre el obturador y la luz circula a través de la lente directamente hacia el sensor durante el tiempo que el obturador deja el paso abierto.

En el sensor, los cubos “se llenan” de luz. La imagen se procesa y se graba en la tarjeta de memoria. Todo en décimas de minisegundo.

Si analizamos la cantidad de luz en los “cubos” del sensor, veremos que cada uno de ellos contiene una cantidad determinada. Unos han quedado llenos, otros medio llenos y otros vacíos. Esto significa que algunas partes de la imagen están sobreexpuestas, otras bien expuestas y otras subexpuestas.

Intentemos ahora sacar otra foto, pero con poca luz y volvamos a analizar los cubos. Veremos que ninguno de ellos se ha llenado en la pequeña fracción de tiempo que hemos empleado en la exposición. Casi todos han quedado a medio llenar.

Utilizamos el ISO para decirle a la cámara que los cubos se deben esforzar para absorber el doble, el triple o más luz durante las exposiciones. Independientemente de cuánto dure la exposición. Es por ello que, sobre todo en fotografía analógica, uno se puede referir a la sensibilidad de la película como “velocidad”. Por ejemplo, una película de 400ISO es más rápida que una 50ISO, porque en el mismo tiempo capta mucha más luz. Como es lógico, en función del tipo de fotografía y las circunstancias de luz se escogerá una “velocidad” u otra.

Por tanto, cambiar el ISO implica cambiar la sensibilidad de la cámara ante la luz. Con el ISO alto la cámara será muy sensible a la luz y para una exposición correcta necesitará menos tiempo, aun cuando las condiciones de luz sean difíciles. Con el ISO bajo necesitaremos más tiempo para lograr una exposición correcta.




Generalmente, aunque varía según los modelos, las cámaras suelen moverse en un rango que va de ISO 100 a los 1600 en cualquier réflex normal. El único problema que entraña el uso de ISO’s altos es que añaden ruido a nuestra foto…

CONCEPTO DE RUIDO
A medida que subes el ISO crecerá el ruido que recoja tu fotografía. Es fácil entender el concepto de ruido si pensamos en términos de sonido. Imagina que tienes un equipo de música al que no le está entrando señal de algún tipo. Aunque no se reproduce absolutamente nada en él, subimos el volumen del amplificador. Percibimos un ruido molesto, ¿verdad? Lo mismo ocurre cuando amplificamos la entrada de luz en nuestra cámara subiendo el ISO.

RELACIÓN ENTRE ISO Y RUIDO
El ISO tiene relación directa con el ruido de una imagen. Si subes el ISO a niveles altos se notarán granos gordos en tu imagen. Que a un determinado nivel de ISO se note más o menos el ruido depende de la calidad del sensor. Normalmente, en las cámaras de alta gama y profesionales, a niveles de ISO altos, pese a ser perceptibles, se notan menos que en las cámaras para aficionados.




En cualquier caso, cuando queramos lograr la mayor nitidez en nuestras fotografías es recomendable usar la sensibilidad más baja disponible, aunque haya que emplear un trípode o una bean bag para que la exposición sea la correcta. Esto es, el valor de ISO más bajo.

A TENER EN CUENTA...
En ocasiones puede que te encuentres con que los bordes de los objetos que aparecen en las zonas de alto contraste de la imagen tienen color. No tiene porque ser un problema de las lentes, aunque se lo solemos achacar a las aberraciones cromáticas que puedan producir. No es así, para solucionarlo prueba a subir un paso de ISO, verás que desaparecen.

Aquí un vídeo explicativo:



jueves, 9 de octubre de 2014

¿¿¿POR QUÉ EN MI FOTOGRAFÍA NO SALE LO QUE YO VEO CON MIS OJOS???

Más de una vez habrás presenciado una escena impresionante que has querido captar con tu cámara,  como por ejemplo una puesta de sol, pero al hacer la fotografía y mirarla nos damos cuenta que no tiene nada que ver con lo que queríamos sacar y presenciábamos con nuestros ojos, ¡un chasco vamos! ¿Sabes por qué ocurre? es porque nuestros ojos funcionan de forma distinta a como lo hace una cámara de fotos. Y de eso hablaremos en ésta entrada.

La única coincidencia que tiene nuestro ojos y la cámara es en la forma que tienen que captar la luz:  el objetivo por donde entra la luz, equivale en nuestros ojos a la córnea y la pupila; el diafragma de la cámara se corresponde con el iris, encargado de dejar entrar más o menos luz en el ojo; la lente del objetivo es a su vez el cristalino del ojo, necesario para enfocar a varias distancias; y el material fotosensible, o sensor del ojo, es la retina, donde se encuentran las células fotorreceptoras.

Y ahora veamos las diferencias entre lo que vemos con nuestros ojos y lo que la cámara puede hacer, que es lo importante. 

En escenas con alto contraste nuestro ojo se puede adaptar fácilmente y podemos apreciar las zonas oscuras tan nítidas como las zonas iluminadas. En el caso de que nos encontremos en una habitación a oscuras y la única fuente de luz provenga de una ventana, podemos apreciar los detalles que hay tanto dentro como fuera de la ventana con la misma nitidez. Esto no lo puede hacer una cámara, por lo que debemos escoger que zona queremos que salga bien iluminada en nuestra foto, si la más oscura o la más iluminada. Ya hablaremos de técnicas para conseguir en estas situaciones una foto donde todo esté bien iluminado.



Ante los cambios de luz nuestro ojo se comporta de manera excepcional, pudiendo aumentar su sensibilidad de forma rápida y precisa. Mientras que con una cámara, la sensibilidad depende del sensor y la ISO que estemos usando. Antes era un embrollo andar cambiando de película según la luminosidad de la escena, pero ahora con las cámaras digitales el cambio de sensibilidad del sensor se puede hacer con relativa comodidad y rapidez.

Nuestra visión es selectiva, si dirigimos nuestra atención a un objeto, lo veremos enfocado, mientras que el resto de la escena que lo rodea no la apreciamos tan nítidamente. Centramos siempre nuestra visión en lo importante, evitando así la distracción de lo que no nos interesa. Además, nuestro ojo está enfocando constantemente; allá donde posemos nuestra vista, veremos con nitidez. Pero la cámara no discrimina, y capta todos los elementos presentes en la escena sin diferencias. Así que para evitar fotografías cargadas de elementos que distraigan, tenemos la posibilidad de enfocar una zona a la que deseamos dar importancia y dejar el resto fuera de foco, para que al mirar esa foto, de forma automática, desviemos nuestra atención a la zona más nítida. 





Bueno, espero que con esta entrada os ha quedado claro que cuando no nos salen las fotos que queremos no es que no sepamos hacer fotografías, si no por las limitaciones que tenemos a la hora de representar mediante nuestra cámara el mundo que vemos con nuestros ojos. ;)

¿Sabías que ...?

Aquí os dejamos algunas curiosidades relacionadas con la fotografía que seguro que os parecen interesante.

- El padre de la fotografía la bautizó inicialmente con el nombre de "heliografía".  
Joseph Niépce obtuvo las primeras fotografías exponiendo placas metálicas a la luz de sol. Por eso al procedimiento utilizado lo llamó heliografía, del griego helios ("sol") y grafía ("escritura" o "dibujo"). El nombre definitivo de fotografía se lo debemos a Sir John F.W. Herschel, que acuñó el término en 1839.

- La fotografía más antigua del mundo.
La primera fotografía conservada hasta el momento se trata de una toma realizada en 1827 con una cámara oscura realizada por Joseph Niépce, inventor francés que vivió entre los años 1765 y 1833.


- Primer daguerrotipo.
El primer daguerrotipo fue tomado por Louis-Jacques-Mandé Daguerre. Daguerrotipo fue el primer procedimiento fotográfico anunciado y difundido oficialmente en el año 1839

- La primera fotografía submarina.
Fue tomada por William Thompson en 1856, pero desafortunadamente no se conserva. Por lo tanto, la primera fotografía conservada es de este buzo bajo el agua tomada por Louis Boutan en 1890.


- La primera fotografía en color.
La primera fotografía con color permanente fue tomada en 1861 por el físico escocés James Clerk Maxwell. Presentó su método aditivo de fotografía en color en Londres, con la intención de demostrar que cualquier color podía obtenerse mezclando luces de los tres colores primarios (rojo, amarillo y azul) en diferentes proporciones.



- El inicio de la fotografía forense.
Allan Pinkerton, tras mudarse a Estados Unidos se convirtió en el primer detective de Chicago, puso en práctica la fotografía criminal para reconocer a los delincuentes, disciplina que posteriormente sería llamada fotografía judicial y a la que hoy se conoce como fotografía forense.




- La primera persona en una fotografía.
La primera fotografía en la que sale un ser humano fue tomada por Louis Daguerre en 1838. La imagen se titula Boulevard du Temple y en ella sale un hombre en la esquina inferior izquierda que se está limpiando las botas.

- "Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto".
Fue el eslogan con el que se puso a la venta la primera cámara de fotos "popular". Se trataba de una cámara muy manejable, comercializada por la Eastman Kodak Company, que se vendía en 1888 cargada con un carrete de 100 fotos y lista para utilizar. Una vez usada se enviaba a la casa Kodak, que extraía el carrete, revelaba las fotos y las devolvía junto a la cámara nuevamente cargada. Con su llegada al mercado el uso de la fotografía se extendió a toda la población. 



- La primera cámara fotográfica.
La primera cámara fue la creada por Joseph-Nicéphore Niépce en 1826, utilizando una cámara hecha de madera fabricada por Charles y Vincent Chevalier en París. Sin embargo, aunque se considera “oficialmente” que éste fue el nacimiento de la fotografía, la invención de la cámara puede ser rastreada mucho antes. Pero no fue hasta la invención de la fotografía «moderna» que se pudieron preservar las imágenes tomadas por esas cámaras, mientras tanto se tenían que dibujar manualmente las fotografías para conservar la imagen capturada por ellas.



- La primera fotografía de España.
Data del año 1848 y se tomó en la Plaza de la Constitución de Barcelona, con el procedimiento del daguerrotipo.

- La primera fotografía desde el espacio, tomada por un astronauta.
Guerman Titov fue el segundo hombre en el espacio, pasará a la historia precisamente por ser el primero en rodar imágenes de nuestro planeta con una cámara Konvas Avtomat y unos carretes de 300 milímetros, originales que se pudieron ver durante este año en una exposición en la galería Fotosoyuz de Moscú.


- La cámara fotográfica más grande del mundo.
Esta es la denominada cámara Mamut, la cámara fotográfica más grande del mundo. Se construyo en los Estados Unidos en el año 1900, y su peso era de 634 kilos. El tamaño de las placas de cristal eran de 150 X 240 cm.






viernes, 3 de octubre de 2014

La luz y la formación de imágenes


Se trata de un tema muy amplio pero voy a intentar sintetizarlo lo máximo posible para que no os resulte muy aburrido y se capten las idea principales acerca de este punto.
Sin luz no habría fotografía, eso lo sabemos como que la necesitamos para ver con nuestro ojos, de ahí que la palabra fotografía tenga como significado “escribir con luz”. Debemos tener claro que la luz es nuestra principal materia prima a la hora de hacer una fotografía.
La luz proviene de una fuente de energía que puede ser natural (el sol) o artificial (un flash, una bombilla) y se transmite en línea recta hasta llegar a los objetos.
Y gracias a que la luz está formada por varias longitudes de onda, según la superficie donde incidan los rayos, nuestro ojo percibe esos cambios de longitud como los distintos colores Asi, cuando vemos un objeto de color verde, resulta que su superficie refleja en mayor medida el verde, y absorbe el azul y rojo.
Esto nos da la clave para entender el comportamiento de los filtros en fotografía; si usamos un cristal transparente azul para filtrar la luz, este dejará pasar la luz azul y absorberá los demás colores. Pero de los filtros hablaremos más adelante.
Ahora vamos a ver como gracias a un orificio pequeño se puede formar una imagen, o lo que es lo mismo: el funcionamiento de la antigua cámara oscura, los comienzos de la fotografia que mencionábamos en la primera entrada del blog hablando sobre la historia de la fotografía.


Funcionamiento de la cámara oscura
Supongamos que tenemos una caja de zapatos totalmente cerrada (a oscuras), y en una de sus caras más amplia practicamos un pequeño agujero con un allfiler. La luz del exterior entra en la caja. Si por ejemplo, colocamos un objeto delante del orificio, dentro de la caja, en la cara contraria al orificio, se formará una imagen invertida del objeto que tenemos en el exterior. ¿Cómo ocurre esto?. Sabiendo que la luz viaja en linea recta, los rayos que vienen de la parte superior del objeto serán recogidos en la parte inferior de la caja de zapatos.
Pero claro, esto es muy rudimentario, y la imagen que se forma está poco definida, dispersa. Por eso se empezó a usar lentes sustituyendo ése arcaico orificio. Unas lentes convergentes (como las de una lupa) que se ocupan de concentrar más luz y converger los rayos, para que de esta forma la luz se dirigiese de forma más precisa al lugar de incidencia formando imágenes más parecidas a la escena original. Es exactamente lo que hacemos cuando intentamos enfocar una escena con nuestras cámaras actuales, disponer las lentes para conseguir una imagen nítida y con suficiente luz.




Nos falta el último elemento para tener sentadas las bases de la fotografía; el material fotosensible. Sin éste, lo único que hemos estado haciendo hasta ahora es representar objetos o escenas. Desde que se empezaron a usar lentes en la cámara oscura hasta que se inventó un material fotosensible pasaron más de trescientos años. El material fotosensible se ocupa de captar y fijar la imagen, y en la actualidad lo podemos diferenciar entre materiales analógicos (película) y digitales (sensores). Tema del que también trataremos más adelante.


Así, las bases de la fotografía se resumen en estos cuatro puntos:
  1. Transmisión de la luz en linea recta.
  2. Formación de una imagen por un orificio.
  3. Convergencia de los rayos de luz por las lentes.
  4. Materiales fotosensibles
Os dejo un curioso vídeo donde cuenta brevemente la historia y la fabricación casera de una cámara oscura


 Espero que la entrada os haya gustado, hasta la próxima!!! ;)




jueves, 2 de octubre de 2014

ACCESORIOS PARA LA CAMARA FOTOGRAFICA

1-Trípodes y monopies
Es un accesorio con tres patas (tres puntos de apoyo) y permite mantener la cámara fotográfica completamente estática.

Podemos decir que el trípode consta de 3 partes.



-Rótula: Es la parte del trípode con la que colocamos la cámara. Va enroscada en la parte superior del trípode. Con ella hacemos el ajuste mucho más fino de la posición cámara en función del encuadre. Dependiendo dele tipo de fotografía y las necesidades del fotógrafo utilizamos distintos tipos de rótulas. Si bien hay trípodes que incluyen la rótula fija en el propio cuerpo, es recomendable comprar trípodes con rótulas intercambiables. Así, si surge una nueva necesidad no es necesario cambiar todo el trípode, sino comprar una rótula nueva simplemente.

- 3D: Son las más recomendadas cuando se necesita hacer algún movimiento de la cámara al disparar, manteniendo alguno de los planos fijos, por ejemplo al hacer un barrido de un coche en circuito.

- De bola: Son los más recomendables por su comodidad de uso cuando el tipo de fotografía que se va a hacer con la cámara es estática, sin tener que moverla al disparar.

- De joystick: Se utilizan en las mismas situaciones que los de bola, aunque este tipo de rótulas son algo más grandes. Son más cómodas que las otras de uso y se utilizan sobre todo en un uso muy intenso en el cual se hacen cambios constantemente sobre el encuadre, por ejemplo en estudio.














-Zapata: Es la zapata de goma que va enroscada a la cámara u otros accesorios, que se acopla a la rótula del trípode. Así no es necesario enroscar la cámara cada vez que se utiliza el trípode, sino que se deja la zapata fija en la cámara y el acoplamiento de la cámara al trípode es mucho más rápido y cómodo. Si se utiliza un mismo trípode para varias cámaras diferentes o para otros accesorios, como flashes, se recomienda tener varias zapatas, una para cada cámara o accesorio

¿Cuando es necesario usar el trípode?
Con exposiciones largas: fotografía nocturna, efecto seda en agua, tormentas… en definitiva cualquier foto donde la exposición sea lo suficientemente alta como para trepidar la imagen.
Al usar teleobjetivos. Hay que tener en cuenta que un ligero movimiento en la cámara supone un movimiento muy grande en el sujeto enfocado a gran distancia. Los teleobjetivos requieren en muchos casos utilizar el trípode.
Cuando se quiere hacer varias fotografías con el mismo encuadre.
En estudio, por comodidad, para no cargar con la cámara.
Al usar el autodisparo. Cuando el fotógrafo también sale en la foto.
Es recomendable que el trípode sea pesado y estable para conseguir que la cámara esté completamente quieta. Se nota mucho el efecto del aire, por ejemplo, si el trípode no es lo suficientemente estable. Teniendo en cuenta que todos los trípodes son universales y valen para todo tipo de cámara merece la pena invertir en un buen trípode.
El monopie
Es un accesorio de una única pata que sirve para dar estabilidad y soportar el peso de la cámara y los objetivos. Aunque no permite mantener la cámara totalmente quieta como el trípode, el monopie reduce en gran cantidad la posibilidad de trepidar una imagen. Son mucho más rápidos, cómodos y transportables que los trípodes. Como curiosidad, en los eventos deportivos con espacios reducidos reservados a fotógrafos, estos no pueden utilizar trípode, ya que ocupan demasiado espacio, y únicamente pueden utilizar monopie. Os dejo una imagen tomada de la página www.planetacurioso.com con un ejemplo.

















Y para los más manitas os dejo también un brico de cómo construirse un cacharrito para mantener la estabilidad de la cámara, por menos de 1 euro (y funciona).




2– Multiplicadores, extensores y lentes de acercamiento 
-Multiplicadores:
Un multiplicador es un accesorio que se interpone entre el objetivo y el cuerpo de la cámara con el fin de multiplicar la distancia focal de la lente. Este accesorio tiene un factor de multiplicación, que multiplicándolo con la distancia focal del objetivo nos dará la distancia focal total.

Así, si utilizamos un multiplicador 1,4X con un objetivo fijo de 50mm obtendremos una distancia focal real de 1,4 x 50 = 70mm. Este concepto nada tiene que ver con el de factor de recorte del sensor.

 El multiplicador tiene lentes y reduce la cantidad de luz que llega a la cámara considerablemente.

Antes de comprar un(os) multiplicador(es) asegúrate de que sean compatibles con el cuerpo de tu cámara y tus objetivos y que funcionen correctamente las funciones de autoenfoque y en su caso de estabilizador de imagen.

Un multiplicador no es una alternativa realista a un objetivo de mayor distancia focal, ya que reducen la luz captada y hacen el autoenfoque prácticamente imposible excepto en objetivos de alta gama.

-Tubos de extensión:
Un tubo de extensión es un accesorio que se interpone entre el cuerpo de la cámara y el objetivo con el fin de reducir la distancia mínima de enfoque de la lente. Aunque sean parecidos nada tiene que ver con un multiplicador. El objetivo del tubo de extensión en vez de aumentar la distancia focal (el zoom) es reducir la distancia mínima a partir de la cual se puede enfocar. Por eso su uso es principalmente para la fotografía macro.


Los tubos de extensión pueden acoplarse unos a otros con el fin de reducir aún más la distancia mínima de enfoque.

También reducen la luminosidad y más aún cuantos más se agrupen, por eso no es bueno abusar de ellos. Utilizando este tipo de tubos no se puede enfocar a infinito porque a la vez que reduce la distancia mínima de enfoque también reduce la distancia máxima de enfoque.

Antes de comprar un(os) multiplicador(es) asegúrate de que sean compatibles con el cuerpo de tu cámara y tus objetivos y que funcionen correctamente las funciones de autoenfoque y en su caso de estabilizador de imagen.

Al igual que los multiplicadores, los tubos de extensión pueden ser útiles, pero un objetivo específico macro siempre tendrá mucha más calidad que un objetivo normal con tubos de extensión. El motivo es que los objetivos macro dan bastante más profundidad de campo, que es crítica en la fotografía macro.

-Lentes de acercamiento:
Las lentes de acercamiento son otra opción barata para reducir la distancia mínima de enfoque. La función al fin y al cabo es la misma que los tubos de extensión, aunque éstas son más baratas. También dan bastante menor calidad, ya que deforman la imagen mucho más que los tubos en cuanto nos alejamos del centro de la imagen y proporcionan incluso menos profundidad de campo que los tubos de extensión.

Las lentes de acercamiento son filtros que se enroscan en el extremo del objetivo.Al igual que los tubos, se pueden combinar varias lentes.



3-Disipador

El disparador es un accesorio que reemplaza al disparador de la cámara al disparar. Permite disparar sin mover la cámara y por otro lado permite disparar remotamente.
Básicamente existen dos tipos de disparadores, los de cable y los remotos. Los primeros son los más económicos. Los más avanzados permiten incluso programar la hora de disparo.








¿Cuándo se usa un disipador?

La mayoría de las cámaras DSLR disponen de un modo de disparo llamado BLUB. Este método se utiliza en el programa manual y es relativo al tiempo de exposición. Utilizando este modo la foto estará haciéndose mientras el disipador esté pulsado. Utilizando este modo la foto estará haciéndose mientras el disipador esté pulsado. Los disipadores son imprescindibles para utilizar este modo por dos razones, para no mover la cámara y para que no se te quede el dedo pegado a esta de por vida. La mayoría de estos disipadores permiten bloquear el disipador, de forma que no es necesario mantenerse pulsado el botón constantemente, ya que el disipador lo hace por nosotros. Imagínate hacer esta foto nocturna durante 2 minutos y medio pulsando el botón.




Pero también utilizaremos el disparador en aquellas ocasiones en las que nos interese estar lejos de la cámara, bien para aparecer en la foto o bien para manipular los elementos de la escena.

Usar el autodisparador de la cámara como método alternativo
Cuando queremos utilizar un tiempo de exposición largo, pero fuera del modo BULB la cámara será capaz de controlarlo por sí misma y no será necesario estar pulsando el botón constantemente. Podemos utilizar el autodisparador de la cámara para disparar y así evitar mover la cámara.


4– Empuñaduras o grips
La empuñadura es un accesorio que se acopla a la cámara utilizando el habitáculo de la batería y la rosca del trípode


La empuñadura tiene varias funciones:

-Permite hacer fotografías verticales sin tener que girar los brazos, ya que replica los botones de la cámara, haciéndola utilizable en vertical. Es muy útil en retratos.
-Contiene por lo menos 2 baterías y en algunos modelos permite incluso utilizar pilas normales. Muy útil en viajes donde puede haber enchufes diferentes y donde puedes quedarte sin baterías. Es un “salvavidas”.
-En cámaras cuyo cuerpo es pequeño lo hace más grande y pesado. Esto ayuda a que sea más estable y ergonómico.
-Algunos modelos de grip incorporan funcionalidades adicionales, como conectividad WIFI en algunos modelos profesionales.

5– Disco duro portatil
Con la fotografía digital llegaron un montón de nuevos accesorios complementarios que nada tenían que ver con la propia cámara, y tampoco es nada que se le pueda ni pinchar, ni enroscar ni nada del estilo.

El disco duro portátil es uno de esos ejemplos. Si llevas tiempo en esto de la fotografía digital ya te habrá pasado que en un viaje has llenado la tarjeta de memoria de tu cámara con fotos y aún estás a mitad de viaje. ¿Qué puedes hacer en ese momento? Limpiar fotos malas (tedioso), copiarlas a un CD/DVD en una tienda de fotografía (eso si estás en un país civilizado) o comprar una tarjeta de memoria adicional. Sin embargo hay otra opción que es muy cómoda y que es muy recomendable para viajes largos, y son los discos duros portátiles.

No son más que discos duros de ordenadores portátiles con la capacidad de tener autonomía (batería) y lector de tarjetas. Al final del día, cuando llegues al hotel o a la tienda de campaña introduces la tarjeta y copias tus fotos al disco duro y así vacías la tarjeta.

En el mercado existe una gran variedad de ellos con un espectro muy amplio de precios en función de sus características. Los más básicos tienen únicamente dos botones, uno de encender y otro de copiar con el cual cualquier tarjeta que esté pinchada al disco duro se transferirá a una carpeta nueva creada en el disco duro.


Los más complejos te dan la posibilidad de visualizar las fotos, copiar, borrar y ordenar.
No son muy aceptados en el mundo profesional ya que los discos duros, al ser mecánicamente más complejos que las tarjetas de memoria, se estropean con mayor facilidad. En uso profesional es mejor utilizar varias tarjetas y distribuir las fotos a lo largo de ellas (aquello que nos decían nuestras abuelas de no poner todos los huevos en la misma cesta) aunque también se puede utilizar como método de backup por si las tarjetas fallan.

6– Hides, fundas de lluvia y carcasas subacuáticas
Estos 3 elementos son casi imprescindibles para ciertos tipos de fotografía de naturaleza.

El hide
El hide es un accesorio que se utiliza para la fotografía de naturaleza.

Un hide, del inglés esconderse, es un artefacto con el cual te puedes mimetizar con el entorno sin ser descubierto por los animales. No es más que una especie de tienda de campaña preparada para la fotografía, con huecos para sacar la cámara.



Con él podrás acercarte mucho más a los animales. Teniendo en cuenta que en él es posible que pases muchas horas si llegas a utilizar uno, es recomendable que no sea un horno y que puedas respirar. Es tan importante que se mimetice bien con la naturaleza como que sea suficientemente cómodo como para estar alguna que otra hora en él, poder moverte y manejar el equipo fotográfico con relativa soltura.

Fundas de lluvia
Éste es un accesorio con nombre autoexplicativo. Las fundas de lluvia evitan que se te moje la cámara y el objetivo en caso de lluvia.


Aunque suelen aguantar unas gotas, las cámaras y los objetivos no suelen estar preparadas para la lluvia. El material profesional sí es más resistente, ya que suele llevar las juntas selladas en el interior. Aún así es recomendable utilizarlas no sólamente en lugares donde llueva, sino en aquellos donde tu cámara puede verse afectado por la humedad o el salitre. No son sumergibles.

Generalmente las marcas de cámaras no fabrican este tipo de accesorios y hay que buscar en terceras marcas.

Carcasas subacuáticas
Es un accesorio bastante poco común, pero imprescindible para la fotografía submarina o para deportes acuáticos como el surf. En este caso algunas marcas sí fabrican carcasas para sus modelos, aunque es poco común, suele ser más bien para cámaras compactas y una vez más hay que buscarlas en marcas especializadas.

Existen dos tipos de carcasas subacuáticas, las rígidas y las que no lo son. La rígida es la opción cara y generalmente es una carcasa específica por modelo de cámara, ya que su diseño depende directamente del diseño de la cámara a utilizar. Generalmente son mucho más seguras y estancas que las que no son rígidas y suelen ofrecer mejor calidad de imagen.