jueves, 13 de noviembre de 2014

Recopilación de entradas

En ésta entrada os dejamos un enlace en la que podéis ver un resumen de todas las entradas que hemos ido publicando hasta ahora. :)  Para ver el resumen pincha aquí.

viernes, 24 de octubre de 2014

TIPOS DE ÁNGULOS


Una de las técnicas que comúnmente se usa para dar más importancia a un sujeto o resaltar las características de éste es cambiar el ángulo desde el que tomamos la foto.



A continuación se detallan los diversos tipos de ángulos a la hora de tomar las fotos:
 
  • NORMAL

    Este ángulo es aquél en el que la cámara se encuentra paralela al suelo. Es en el que hacemos la mayoría de fotos cuando estamos de pie. Nos da la sensación de estabilidad y se ha de hacer siempre a la altura de los ojos. Uno de los errores en este aspecto es la fotografía de niños desde nuestra altura, los cuales obtendrán mucho más protagonismo si les fotografiamos desde su altura.


  • PICADO
    La foto se toma a una altura superior a la de los elementos de la escena. Este punto de vista tiende a disminuir el peso visual de los sujetos u objetos fotografiados. Si lo utilizamos en paisajes, podremos conseguir reducir la presencia del fondo. Además, será sólo posible en las fotografías urbanas en ángulo picado conseguir captar de la mejor manera los coches y peatones en movimiento. Si pensamos en los retratos de personas, éste ángulo representa a un sujeto débil o inferior.



  • CONTRAPICADO
    En este caso, ocurre todo lo contrario al picado. Nos encontramos a una altura inferior a la de los elementos de la escena. Con el contrapicado conseguiremos que los objetos o personas bajas cobren altura. Con estos ángulos conseguimos invertir el sentido de las proporciones con unos resultados muy sugerentes. En el caso del retrato de personas, conseguiremos la apariencia de un personaje fuerte o superior.


  • CENITAL
    Colocamos la cámara desde arriba, totalmente perpendicular al suelo. El ángulo cenital es muy usado en producciones cinematográficas o tomas desde helicóptero para grabar extensiones muy amplias. O los mapas por satélite son el ejemplo más representativo de ángulo cenital.



  • NADIR

    La cámara se coloca completamente bajo el sujeto, de manera perpendicular al suelo. Aquí conseguimos un efecto más exagerado aún que con el ángulo picado. Conseguimos una perspectiva central, ya que las líneas tienden hacia el centro de la escena.


TIPOS DE PLANO

Hoy vamos a hablar de los tipos de plano. Habrás oído mil veces hablar de planos americanos, primeros planos… para designar la cantidad de persona que se incluye en una foto o en una toma de vídeo. ¿Pero realmente conocemos qué es exactamente cada uno de ellos? Hagamos un repaso:
PLANO GENERAL: Abarca todos los elementos de una escena. Si se trata de una persona o un grupo de ellas, nos permitirá que los veamos enteros. Muestra todos algo al completo. En nuestro caso, a la chica al completo.




PLANO MEDIO: Muestra el cuerpo a partir de la cintura. Es adecuado para una foto de dos personas, por ejemplo.



 PLANO DETALLE Enfatiza elementos concretos, destaca elementos pequeños que con otro tipo de plano pasarían desapercibidos. En nuestra chica, por ejemplo, el color de su pintura de uñas.



PLANO AMERICANO: Muestra la figura humana desde debajo de la cadera. Su uso se popularizó en la época dorada de los westerns, pues este tipo de plano era ideal en los duelos, pues permitía ver las pistolas colgadas en la cintura que llevaban los protagonistas. De este hecho viene su nombre.

                                  Plano Americano


PRIMER PLANO: Deja ver el rostro y los hombros. Implica cierto grado de intimidad y confidencialidad, así que con su uso podremos transmitir emociones más intensas que con los demás.




PRIMERÍSIMO PRIMER PLANO: Abarca un rostro desde el mentón hasta la parte de arriba de la cabeza. Transmite incluso más intimidad y confidencialidad que el primer plano.

                                  Primerísimo Primer Plano

Más datos
Decimos que un plano es más abierto cuanto más ángulo de visión abarca. Por el contrario, uno cerrado será aquel que muestra partes concretas de una escena o detalles, es decir, poco ángulo. Del mismo modo decimos “abrir el plano” o “cerrar el plano” para referirnos a aumentar y disminuir la distancia focal respectivamente. Por tanto, cuanto más nos acercamos al gran angular, más abrimos el plano y cuanto más nos acercamos al teleobjetivo más lo cerramos.
Selección del tipo de plano
La selección del tipo de plano que usaremos depende principalmente de la información que queramos mostrar, lo cual será determinante en las emociones que transmitiremos con nuestra foto. También es importante tener claro qué no queremos que aparezca. Imaginemos que vamos a hacer un retrato en la calle. Si usamos un plano muy abierto quizás nos entre en plano un horrible contenedor que no aporta nada a la foto, unos cables o a saber qué. Si estos elementos no aportan ninguna información importante, mejor evitarlos, pues distraen. La solución, si no queremos cambiar la localización, puede ser simplemente hacer un plano un poco más cerrado.

La regla de los tercios

La conocida Regla de los Tercios es una simplificación de la Sección Áurea, que establece la división del rectángulo en partes proporcionales, agradables a la vista y consecuentemente a la imagen que contenga, y es seguramente la regla de composición más conocida y válida tanto para la fotografía como para la pintura y el resto de las artes.
Dividiendo la fotografía en tres partes iguales, tanto horizontal como verticalmente, los puntos de intersección de las líneas trazadas son los llamados centros de atención. 

En estos centros de atención es donde se debe colocar el sujeto principal.
Si existe un sujeto secundario debe colocarse en el punto opuesto diagonalmente.
Cuando en una escena existen dos o más puntos de atención de parecida fuerza al principal establecen una competencia entre ellos que crea confusión al espectador. 

Aplicación práctica
Como consecuencia de la Regla de los Tercios aparece una regla muy aplicada en los paisajes y es que se aconseja colocar el horizonte en la línea situada a 1/3 o en la situada a 2/3, según se quiera potenciar la tierra o el cielo respectivamente. 

Ejemplo:

En la mayoría de las máquinas digitales el punto de enfoque suele estar por defecto en el centro de la imagen. Este es el caso; enfoque al caballo y el sujeto principal lo dejamos donde no debería estar.  


La solución está en mover la cámara y colocar el sujeto en uno de los puntos de intersección de la línea de los tercios.  


La foto final, después hacer algún arreglo en la saturación de la hierba y en el enfoque nos ha quedado así.
El porqué he elegido ese punto de intersección, pues no lo sé exactamente, seguramente tiene que ver con que si el caballo se pone a andar irá en la dirección donde le he dejado mas espacio para correr.


Ejemplos de colocación del horizonte:

Horizonte a 1/3 dando preferencia al cielo.  



Horizonte a 2/3 dando preferencia a la tierra 


Típico ejemplo de una foto familiar. El sujeto totalmente centrado.  


Un reencuadre y giro de la máquina resuelve el problema.  


Después de un trabajo final de oscurecer el fondo y fusionarle un cielo un poco más bonito, la foto nos aporta más sensación de profundidad y una composición basada en la línea diagonal.  





jueves, 16 de octubre de 2014

El Encuadre

Una vez disponemos de cierto conocimiento y destreza en el funcionamiento técnico de nuestra cámara, viene un nuevo paso, subir otro escalón en el que nos centraremos en el motivo, para seleccionar y organizar el espacio. Lo que se viene a denominar encuadrar. Así que nos adentramos en este nuevo tema que vamos a desarrollar a continuación.
El encuadre no es otra cosa que definir qué elementos aparecerán en la imagen y cuáles vamos a descartar. El encuadre sirve para concentrar la atención del espectador en la imagen, por lo que la correcta selección del motivo es un primer y fundamental paso en el proceso fotográfico. Tenemos que pensar en el motivo a mostrar en base a las proporciones del marco de nuestro visor o nuestra pantalla LCD.

El encuadre de la imagen puede ser de las siguientes formas:



1. Horizontal. También denominado apaisado por ser el formato más habitual para capturar paisajes. Es el formato más común y se suele decir que produce sentimiento de serenidad y espacio, estabilidad y dirección. Aunque en al fotografía digital varía ligeramente la proporción con respecto a la clásica película de 35 mm, sigue siendo la forma más tentadora para componer, además de que fácil dejarse llevar por él, ya que es el formato que nos dispone la cámara en su posición horizontal. Por ello, es recomendable no abusar del mismo y probar otros encuadres hasta dar con el más idóneo al motivo.




2. Vertical. Más conocido como formato retrato, por tratarse del más adecuado para los retratos de medio cuerpo. Produce sentimiento de fuerza y enfatiza las líneas y planos verticales. También este formato confiere más poder visual a las diagonales. Es ideal para el retrato de cuerpo entero y primer plano, además de ser el más utilizado comercialmente para publicidad, revistas, portadas de libros, etc.


3. Cuadrado. Es un formato más estático y mucho más limitado. No es propio de la fotografía digital, sino que viene de las películas instantáneas Polaroid y de las películas de 6×6 para cámaras analógicas de formato medio. En digital podemos lograrlo en la edición posterior, recortando de los otros formatos, aunque el resultado final pueda ser satisfactorio tiene la desventaja de que no ha sido compuesto con el mismo rigor y parámetros. Los márgenes cuadrados son simétricos y transmiten solidez y estabilidad. En algunos campos es muy gratificante su utilización (vegetación, plantas, flores…), aunque es un formato en desuso, también debido a la dificultad que conlleva la composición.


4. Panorámico. Es un formato impactante en paisajes tanto naturales como urbanos y, a pesar de su historia y tradición, sigue resultando original. Requiere una cuidadosa selección del lugar o motivo y plantea dificultades de composición para no dejar zonas superfluas. Se trata de un formato muy de moda en la era digital, porque con los avances tecnológicos es muy sencillo crear una panorámica. Casi todas las cámaras incorporan esta función y con los programas de edición, el montaje de distintas tomas es muy sencillo.

Algunos aspectos que hay que tener en cuenta a la hora del encuadre son:

La ubicación. La tendencia natural cuando comenzamos en la fotografía es ubicar el motivo en el centro del encuadre, que se suele denominar síndrome de “ojo de buey”. Esta composición deja dos zonas superfluas a cada lado del motivo y, aunque es atrayente, hay que intentar descentrar el motivo para liberar la composición. Es necesario separar el motivo y el fondo para lograr realzar los detalles.
Tamaño del encuadre. Del mismo modo, hay una tendencia natural a no acercarse al motivo, a no recortarlo. Es habitual encontrar fotografías en los que todo queda tan general que no sabemos dónde mirar y es debido a que no hemos realizado una correcta composición, por lo que hay que intentar aproximarnos al motivo y llenar el encuadre para que el espectador capte rápidamente lo que queremos mostrar. En los retratos se enfatiza mucho si llenamos el encuadre y es un recurso que nos puede ayudar mucho a mejorarlos. Sólo hay que fijarse en las fotografías en prensa, donde es habitual encontrar primeros planos donde el rostro suele tener la frente cortada o no es mostrado completamente.

Conclusiones: todas estas indicaciones nos pueden ayudar a mejorar, pero como siempre hay que tener en cuenta que las reglas no son inflexibles y que lograr una fotografía bien encuadrada que funcione depende mucho de nuestra creatividad. De todas formas, experimentado y, sobre todo, disparando mucho en diferentes encuadres aprenderemos nosotros mismos a mejorar los encuadres. 

EL AUTOFOCUS


El "autofocus" es la capacidad de la cámara digital de poder enfocar en forma automática la escena a tomar. Para esto, la cámara debe determinar en que parte de la imagen tomar el foco. Es muy importante tener en cuenta el tiempo que tarda la cámara en realizar el proceso de autofocus, que condiciona la toma de cada fotografía (desde que se presiona el obturador y se obtiene la fotografía). Es primordial para no perder ciertas tomas por estar esperando a que la cámara haga foco que el proceso de autofocus sea lo más rápido posible.
Existen distintas variantes, asociadas a la metodología de medición de luz:
Múltiples áreas: La cámara selecciona entre varias áreas distribuidas en la pantalla cuál es la que va a tomar como objeto principal a enfocar. Generalmente es el método que mas tiempo tarda en tomar el foco.
Una única área: El foco se toma en una única parte de la pantalla. En algunos casos el usuario puede seleccionar cual de las áreas quiere utilizar. Suele ser mas rápido que el anterior.
Foco puntual (spot): a diferencia de los casos anteriores el área de enfoque es mucho menor, por lo que se asocia a un único punto. Es el método de enfoque automático más rápido.
El primer autofocus data de mediados de los 80. Hasta entonces sólo existían lentes con foco manual. Aunque los primeros modelos eran mucho más sencillos y menos fiables que los de hoy en día, lo cierto es que el autofocus introdujo cambios en la forma de fotografiar.
En la actualidad, los autofocus han evolucionado mucho y son capaces de hacer foco en múltiples puntos del cuadro. Dependiendo de la complejidad de la cámara empleada, la gestión de los puntos de enfoque será más o menos manual. Habitualmente la cámara nos permite elegir en qué punto hará foco. Algunos modelos muy sofisticados incluso detectan la dirección de la mirada para hacer foco en el punto de enfoque más próximo al lugar al que miramos.
Además, los primeros modelos de autofocus, generalmente, sólo hacían foco en el punto central del cuadro, por lo que su uso implicaba casi siempre el reencuadre usando el bloqueo del enfoque.

viernes, 10 de octubre de 2014

CONSEJOS PRÁCTICOS PARA MEJORAR LA TÉCNICA



 En ésta entrada os dejamos algunos consejos para mejorar orientados a la técnica y que os van a ser muy prácticos, así que, a ponerlos en práctica ;)

Empezamos con fórmulas con las que seréis capaces de solucionar algunos problemas comunes de la manera más “infalible” posible. Vamos allá:


CNICA DL f/16

Para hacer exposiciones perfectas en días de pleno sol y cielo azul fija la apertura del diafragma en 16 y la velocidad de obturación que sea exactamente la misma que el valor de ISO.
Si tienes el ISO en 200 los valores de exposición serían 1/200 y f/16. Si tienes el ISO en 100, 1/100 y f/16. Así sucesivamente. ¡Verás que la exposición obtenida es perfecta!


OJO CON LA RELACIÓN ENTRE VELOCIDAD DE OBTURACIÓN Y DISTANCIA FOCAL

Debes saber que la mínima velocidad a la que puedes disparar con cualquier objetivo siempre responde a la fórmula 1/(distancia focal).
Si el sensor de tu cámara no es full-frame, deberás tenerlo en cuenta también. Si tienes un 300mm en una cámara con factor de conversión 1.5 podrás disparar a una velocidad de 1/450 (aceptando que tal velocidad de disparo exista en una cámara).
Esta regla es muy importante, aunque también lo son los estabilizadores de imagen y reductores de vibraciones que hoy en día incorporan los objetivos de gama alta o los cuerpos de algunas réflex.
Si eres afortunado y tienes un equipo estabilizado deberás tenerlo en cuenta, ya que además de jugar con la fórmula que acabamos de aportar juegas con la estabilización extra que aporta tu equipo.
Si necesitas disparar por debajo de la velocidad mínima a la que sabes que la foto no va a salir trepidada tienes dos opciones: usar un trípode o subir el ISO.


CUIDA TU ENFOQUE MANUAL PARA MAXIMIZAR LA NITIDEZ

Ya sabemos que hay ocasiones en las que es mejor enfocar en modo manual que hacerlo en automático. Es en estas ocasiones cuando la técnica que estás a punto de aprender se hace imprescindible.
Consiste en hacer el máximo zoom posible sobre el objeto que vamos a fotografiar para enfocarlo. De esta manera el enfoque será más preciso. Una vez lo tenemos enfocado el objeto, podemos volver a la distancia focal que hayamos elegido para disparar y hacerlo con la certeza de que el objeto, si no se ha movido, estará perfectamente enfocado.
A veces el ojo no es todo lo fino que nosotros quisiéramos. Interiorizar este tipo de técnica nos ayudará a no llevarnos tristes sorpresas al llegar a casa y ver el material que traemos en nuestra cámara.


NO SIEMPRE ISO100 ES MEJOR QUE ISO200…

Generalmente tenemos interiorizado que a menor ISO, más calidad tendrán nuestras imágenes. No es mentira, pero tampoco es del todo cierto.
En ocasiones puedes encontrarte con que los bordes de los objetos que aparecen en las zonas de alto contraste de la imagen tienen color.
Este problema se lo solemos achacar a los objetivos. Que si no es demasiado bueno, que si produce aberraciones cromáticas, que si…
Prueba a subir el valor de ISO a 200, verás que lo habrás solucionado.


¿DISPARO CON TRÍPODE O CON LA CÁMARA EN LA MANO?

 20081101_Blurred.jpg  La decisión de disparar con trípode o con la cámara en la mano también está directamente relacionada con la velocidad de obturación.
A no ser que tengas una cámara estabilizada, o objetivos que lo están, una buena pauta a seguir puede ser que todo lo que baje de 1/40 debe hacerse con trípode.
Quien dice un trípode dice una superficie sobre la que apoyar la cámara, una beanbag… lo que quiera que vayas a usar para mantener la cámara estable es necesario cuando disparas a velocidades lentas para evitar fotografías trepidadas.

 ¡Espero que os hayan sido de ayuda estos consejillos! ;)